¡Qué bello es vivir!

Des de que nos despertamos hasta que nos acostamos, cientos de pequeños y grandes detalles se cruzan por delante de nuestros ojos pasando, en muchos casos, desapercibidos. Pero si hay algo que diferencia a los artistas de los demás mortales, es su capacidad para ver allí donde los demás no vemos: su talento para exaltar lo cuotidiano hasta convertirlo en objeto artístico. Es precisamente esto lo que ha inspirado a la artista multidisciplinaria Bárbara Juan en su último proyecto, Un día cualquiera, pensado específicamente para la ABA Art Gallery.

La recién estrenada exposición es una oda a pequeños instantes de un día cualquiera de la artista, que, cuál Medusa contemporánea, ha transformado estos objetos no en piedra, como hiciera con su fría mirada la del mito griego, sino en hermosa cerámica realizada, en este caso, con sus expertas manos. Y es que visitar esta exquisita exposición es entrar en el universo diario de Bárbara Juan: desde la toalla que usa al salir de la ducha, pasando por los pendientes con los que va a adornar su rostro y la bella planta que admira cada mañana, hasta la frase fetiche que la ha acompañado durante toda su carrera, extraída de un libro que la artista ya ni recuerda: “Quand on me retourna ses papiers et une photo.”

Esta exposición representa una Bárbara Juan en plenitud. Sus obras han ido evolucionando desde la pintura hasta la cerámica, desprendiéndose poco a poco de la bidimensionalidad hasta llegar a acariciar el volumen cada vez con más fuerza. De hecho, Juan presenta en esta exposición por primera vez una escultura volumétrica en cerámica, elaborada con los restos de obras antiguas que un día la artista descartó, pero que ahora sirven para cerrar un hermoso círculo creativo. Es una maravilla poder visitar esta exposición y reconocer en las obras de la artista esos pequeños instantes de bienestar que también nosotros podemos tener en un día cualquiera de nuestras vidas.

Crítica publicada originalmente en el Diario de Mallorca el 30 de septiembre de 2019